En la década de los 80, unos jóvenes ganaderos decidieron rescatar del olvido un queso que había sido tradicional en la comarca de La Garrotxa, y que en aquel momento había desaparecido su elaboración.
La Garrotxa, en el prepirinieo catalán, es la comarca de los volcanes, perteneciente a la provincia de Girona. Rutas de senderismo, btt, gastronomía, pueblos preciosos y mucho más.
Se trata de un queso de leche pasteurizada de cabra, madurado en condiciones de alta humedad.
Su exterior se caracteriza por la corteza enmohecida, de textura aterciopelada y color ceniza con matices azul-grisáceos.
En un principio, su olor nos puede parecer que será un queso de un intenso sabor, pero realmente es suave con cierta acidez láctica final, con un retrogusto que nos recuerda a nueces.
Todo ello le hace un queso señorial y sobrio que combina perfectamente con vinos suaves de la misma región e incluso con cava.
Este queso, aunque originario de Girona, actualmente se elabora en todo Cataluña.
A mi me llegó gracias a mis tí@s Tani y Javi, y a mi primo Mario, que durante las vacaciones de verano por la costa brava, lo comprarón en uno de los puestos del Mercado Municipal de Roses.
Dónde conseguir este queso:
En Cataluña prácticamente en cualquier charcutería.
En Madrid: - Quesería Mya
- Poncelet
En Galicia: - Quesería Quesum
En la Comunidad Valenciana: - La Despensa de Andrés
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