En esta ocasión el queso me ha llegado a través de una visita
que mi madre ha hecho a Salamanca. Ella buscaba un queso de la región, pero al no
encontrarlo se decidió por uno de su vecina Cáceres.
Se trata del Veratino semicurado, elaborado con leche de cabra
pasteurizada con corteza bañada en pimentón.
Se elabora en la Comarca de La Vera, quizá eclipsada por el conocidísimo
Valle del Jerte, pero que cuenta con lugares con tanto encanto como éste.
Os dejo un enlace con un vídeo realizado por la cooperativa Coolosar
(que es quien elabora este queso). Explica muy bien cuál es el proceso que siguen para su elaboración artesanal.
Lo primero que llama la atención es su aspecto, debido al color rojizo del pimentón de la corteza. Aunque en la mayoría de los quesos
ésta se puede comer, en este queso en particular me parece imprescindible para disfrutar
del ligero regusto picante de este colorido condimento.
También llama la atención el intenso olor que da la leche de
cabra. Aunque su sabor no es fuerte, si es característico, debido a que el cuajo
es de tipo animal.
Su textura es semiblanda, algo cremosa, que llega a derretirse
en el paladar creando una sensación de suavidad muy agradable.
Tanto mi madre como yo hemos coincidido en la misma sensación
a la hora de comerlo: es un queso de invierno. Su sabor te transporta a una casa en pleno campo con la chimenea encendida, y las gotas de lluvia sonando contra los cristales de las ventanas.
